El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) es una metodología activa que coloca al alumnado en el centro del proceso educativo. En lugar de ser meros receptores de información, cada estudiante se convierte en protagonista al abordar problemas reales, generando proyectos significativos. Esta metodología crea un ambiente de interacción y motivación por aprender. 
En líneas generales, el ABP consiste en la realización de un “Proyecto” que tendrá como resultado un producto final, que será difundido. El proyecto  debe basarse en un problema real y desarrollar el pensamiento crítico. 
El alumnado, agrupado en grupos, recibirá la asignación de una serie de actividades o tareas encaminadas a la adquisición de unas determinadas destrezas.

Es responsabilidad del personal docente proporcionar a sus estudiantes las pautas necesarias para poder llevar a buen puerto el proyecto, comenzando por hacer una buena introducción, planteando una serie de preguntas motivantes y facilitándoles fuentes de información fiables. En función de la etapa, será necesario acompañar a nuestro alumnado en mayor o menor medida.   
Metodologías parecidas al Aprendizaje Basado en Proyectos son el Aprendizaje Basado en Problemas y el Aprendizaje Basado en Retos. Las principales diferencias radican en el inicio del aprendizaje (en el Aprendizaje Basado en Problemas se plantea al alumnado un problema para que encuentre una o varias soluciones y, en el Basado en Retos, el motor que dé comienzo a todo será un reto) y en la resolución del mismo.